Ayer, hace solo 24hs, salió publicado en el diario La Nación, uno de los principales medios de Argentina, una nota hablando sobre Seeds. Si bien, sabíamos el nivel de repercusión que podía tener, creo que no estábamos acostumbrados a este nivel de exposición. Recibimos cientos de mensajes, visitas a nuestra web y aplicaciones para ser Seeder.

No les voy a mentir: la primera impresión fue pura alegría. Ver nuestras fotos en el diario, recibir mensajes de nuestros amigos y familiares, leer el nombre de Seeds. Todo eso, es un alimento muy rico para el ego, y nosotros tampoco es que estábamos a dieta.

Supongo que así son las cosas. Recibir un reconocimiento, en cualquiera de sus formas, es algo muy lindo. Saber que hay gente, incluso que no te conoce, que apoya y da difusión a nuestro trabajo, es sin lugar a dudas un mimo. Uno muy lindo, y muy grato. Nos dió ilusión, nos llenó de energía.

Sin embargo, a medida que avanza el día y la noticia deja de ser novedad, las sensaciones cambian. Al menos, eso me pasó a mí. En cierto momento del día, recibir un mensaje, no generaba el mismo impacto que los primeros 10 mensajes recibidos. No podía dejar de pensar en una sola cosa: “no me feliciten a mí, no es justo”.

No es justo, pensaba, porque detrás de este sueño, de esta locura, somos más que los que figuramos en la foto. Esto queda claro solo con ver que atrás, o adelante, de Seeds, hay cientos de personas que están apostando por trabajar de esta forma. Cientos de talentos, que un día escucharon lo que hacemos y al otro nos dijeron: “yo quiero ser parte”.

Desarrolladores, ingenieros, project managers, diseñadores UX, consultores de negocios, especialistas de cultura. En fin, más de 500 profesionales de primer nivel que podrían haber hecho la carrera profesional que quisieran y que, por alguna razón, eligieron a Seeds. Sería justo entonces extender un gran GRACIAS a todos los y las Seeders que confiaron y creyeron en esta nueva forma de trabajar, incluso cuando era solo un sueño.

Piensen además, que algunos de esos profesionales (aunque nos hubiese encantado que fueran todos) tuvieron el placer de trabajar en más de 50 proyectos desafiantes dentro de empresas de primer nivel. Unilever, Menara, Agrosuper, Coca Cola, Pernod Ricard, Basso, Sampp, Tenaris y la lista sigue. Decenas de empresas, más de 30, que nos abrieron la puerta para crear este futuro juntos.

¿Cómo podemos no agradecer a todas y cada una de las personas que, dentro de esas empresas, apostaron por nosotros? Gerentes, directores, dueños, analistas, líderes, inversores y tantas personas más en diferentes roles que nos prestaron su tiempo y nos regalaron su confianza. Capaz nunca sabrán lo que hicieron por nosotros, pero tenemos que ser honestos: si hay reconocimiento, entonces en parte también es para ellos.

Ni hablar de los amigos, ¿No? ¿Y de la familia? Recuerdo incluso que cuando empezamos a hablar de Seeds con Tincho, lo hablábamos con nuestros amigos y nuestra familia. ¿Se imaginan si nos hubiesen dicho “eso nunca va a funcionar”? O peor aún, si nos hubiesen mirado a la cara diciendo: “No sean soñadores, si eso fuese posible, alguien ya lo hubiese hecho”.

No puedo más que pensar en el apoyo que le habrá dado la pareja o un amigo a cada Seeder que decidió apostar por esto. Cada tanto imagino las cosas que pensarán esas personas cuando escuchan lo que hacemos. Me proyecto a mi mismo en su lugar, y construyo charlas ficticias donde toman la decisión de participar en Seeds. No es una decisión sencilla, y si estuvieron ahí para apoyarnos, ¿Cómo no vamos a agradecerlo?

En fin, ¿Por qué aceptaría que nos reconozcan solo a nosotros, si en realidad, somos muchos, pero muchos más los que hacemos qué Seeds deje de ser un sueño y se convierta en una realidad?

Por eso quiero aprovechar este (muy) mini momento de “fama” para agradecer y para reflexionar. Agradecer a todos ellos. Detrás de cada número hay una persona, una empresa que realmente están logrando que Seeds sea noticia. La reflexión, por su lado, la quiero hacer recordando un pasaje que amo de El Principito:

-Y para qué te sirve poseer las estrellas ?

- Me sirve para ser rico.

- Y para qué te sirve ser rico ?

- Para comprar más estrellas, si alguien encuentra.

Deseo, de corazón, que la próxima vez que tengamos la oportunidad de leer sobre Seeds en los medios podamos hablar sobre los millones, pero de Seeders que están creando un nuevo paradigma de trabajo. Porque, después de todo, lo esencial es invisible a los medios.

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