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La transición del diseño gráfico al diseño UX/UI

En los últimos 30 años el diseño pasó de la materialidad a canales digitales casi a la velocidad de la luz. Recorré la (r)evolución del diseño en esta nota.

April 19, 2021

Quiero comenzar este artículo explicando por que en el título incorporo UX a la comparativa con el Diseño Gráfico. Se muy bien que el UI es parte de UX, pero es imposible que el diseñador UI no esté involucrado desde el comienzo del proyecto en la investigación y proceso de UX, así como no es ajeno a el área de Desarrollo. El Diseñador es parte de un equipo de principio a fin y debe conocer todos los procesos.


Mis años de experiencia dentro del diseño gráfico desde los noventa, me encontraron en diferentes etapas de este apasionante mundo de la comunicación visual. Recuerdo que recién salido de la facultad intentaba conseguir trabajo relacionado con lo que había estudiado, lo cual era bastante complicado, ya que se podía trabajar en alguna agencia de publicidad o algún estudio de diseño, ambos escaseaban por lo tanto había que salir a buscar clientes, cosa bastante complicada en aquel momento. Luego de muchos intentos se lograba acceder a una entrevista para ofrecer los servicios de diseño a alguna empresa, se llegaba a una oficina con un gran porfolio, no por la cantidad de trabajos realizados, sino porque eran carpetas enormes con pegatinas de trabajos realizados, los más pro a veces llegamos con un díptico impreso en los incipientes centros de copiado. Como les contaba llegábamos, mostrábamos los trabajos, hablábamos de las bondades de la comunicación gráfica, de nuestra experiencia y por lo general nos escuchaban atentamente, nos decían: “Que lindas cosas que hacen, pero no se para qué le puede servir el diseño a mi empresa". Los 90 fueron navegar en un mar de dulce de leche con un palito para revolver café.


A finales de los 90 la cosa comenzó a cambiar, las empresas empezaron a entender el verdadero valor que les aportaba el diseño de cara al cliente externo y de a poco la profesión se fue afianzando. Las compañías más grandes comenzaban a incorporar Diseñadores Gráficos sobre todo a sus Departamentos de Marketing y por otra parte con el advenimiento de computadoras cada vez más potentes y económicas comenzaron a brotar Estudios de Diseño por todas partes. Debido al semillero que fue la UBA en esos años, con grandes cátedras, de  impresionantes profesionales fundadores del diseño en Argentina, como las de Ronald Shakespear, Gonzáles Ruiz, entre otros. Esto hizo que sobre todo la Ciudad de Buenos Aires se convirtiera en una explosión de creatividad gráfica reconocida por los grandes centros de diseño del mundo, como me dijo una diseñadora una vez en Barcelona en el año 2000: "¿Quieres quedarte a trabajar aquí? te puedo conseguir rápidamente un trabajo y puedes dar clases en la Universidad", a lo que le contesté, “Pero si no sabés como trabajo" y su respuesta fue: “Eres diseñador y argentino es suficiente para saber que eres bueno, aquí cualquiera te contrataría”.


Es así que el diseño gráfico fue creciendo a pasos agigantados en pocos años. Algunas empresas comenzaban a entender que no podían quedarse afuera de lo nuevo, debían tener su “Página Web” como se denominaba en ese momento. Fue ahí que yo como muchos otros profesionales comenzamos a involucrarnos en una incipiente digitalización de las comunicaciones, empezamos a relacionarnos con gente de sistemas, lo cual no era sencillo, ellos no entendían muy bien nuestro trabajo y nosotros tampoco entendíamos el suyo, mundos completamente distintos, pero en algunos proyectos ya comenzábamos a interactuar.


El año 2002, a mi criterio, fue el lanzamiento definitivo de la profesión, con la gran crisis vivida en Argentina, las empresas grandes, pequeñas, hasta algunas personas que se había quedado sin trabajo y tenían alguna idea se convirtieron en emprendedores, entendieron que necesitaban salir a mostrar lo que hacían y no había mejor herramienta que el diseño. Paradójicamente un año tan terrible para el país, algunos diseñadores trabajamos muchísimo. La docencia que hicieron las primeras camadas egresadas de la UBA de la carrera de Diseño Gráfico y la crisis, finalmente hicieron que el diseño se instalara definitivamente como una herramienta imprescindible para la comunicación de las empresas y de toda la sociedad. 


Durante la primera década del siglo, el uso masivo del e-mail tanto para las comunicaciones internas como promociones, las incipientes redes sociales, la incorporación de las computadoras en todas las empresas y en muchos hogares, hicieron que un nuevo soporte de comunicación surgiera masivamente y por lo tanto una nueva forma de leer una pieza gráfica. La gente tuvo que aprender a descodificar signos, símbolos y señales y los diseñadores estábamos allí “iterando” como se dice hoy día, era prueba y error, de esta manera muchos diseñadores comenzamos a hacer UX/UI sin saberlo, de manera muy intuitiva. Dentro de las empresas el rol del Diseñador/a ya no se cuestionaba, era totalmente necesario tener uno/a dentro o de forma externa, para realizar desde la identidad de marca hasta las comunicaciones internas y externas de la compañía. Así también nadie osaba ya comenzar un micro empredimiento por más pequeño que fuera sin la asistencia de un diseñador.


La tecnología siguió avanzando a pasos agigantados, comenzaron a aparecer las notebooks, las tablets y los smartphones, nuevos soportes, nuevas formas de comunicación, un nuevo desafío se nos planteaba, entender cómo el usuario iba a descodificar cada elemento que veía en pantalla y además había que adaptarlo a diferentes formatos; la interacción con los desarrolladores se iba incrementando, nosotros empezábamos a tener la necesidad de entender un poco más cómo era el trabajo de ellos y ellos comenzaron a involucrarse más en el proceso de diseño y qué cosas eran importantes para que el usuario pudiera tener una buena experiencia. Comenzaron a aparecer estudios de diseño que se especializaban en el desarrollo de sitio web, mientras que otros estudios incorporaban este tipo de trabajos a servicios.


En la última década este proceso se aceleró, con la aparición de los smartphones cada día más potentes, las opciones que estos ofrecen a los usuario no han parado de sorprendernos con soluciones altamente tecnológicas y cómo siempre los diseñadores estamos ahí. En este punto tal vez el diseño había comenzado a tomar un nuevo rumbo, y yo empezaba a darme cuenta que sabía mucho y no sabía nada, por lo tanto comencé a capacitarme constantemente en estas nuevas formas de comunicar. Los DG convencionales que desarrollamos todo tipo de piezas desde gráficas como digitales tuvimos que tomar algunas decisiones, seguir como hasta ahora o enfocarnos en uno de estos caminos, ya que el diseño enfocado en lo digital requiere muchos más skills de parte del profesional, no sólo respetar un brief, hacer un pequeño research de la competencia y desarrollar una pieza, morfológica, cromática y tipográficamente correcta para que comunique e implementarla, sino que sumado a lo anteriormente mencionado, el UI requiere amplios conocimientos de metodologías, en qué consiste un research y cómo hacerlo, leyes, sistemas de diseño, como realizar testeos, cómo analizarlos, iterar constantemente y sobre todo tener conocimientos al menos básicos de cómo luego los desarrolladores lo van a implementar cada una de las interfaces que diseñemos, así como también poder hacer una análisis posterior a la implementación con herramientas de medición cualitativas y cuantitativas, para tener un resultado en donde el diseño si bien tenga consistencia, sea casi invisible, que el recorrido sea fluido, que facilite las tareas, que comunique sin que el usuario esté pensando en cada interacción. Todo esto le da al diseño un marco más concreto con mediciones y estadísticas, esto lo desprende del aspecto más subjetivo que siempre se le dio a la profesión.


Es de destacar que si bien el diseño UX/UI se viene desarrollando desde hace muchos años y en los últimos cobró una fuerza disruptiva, en el último año y debido a la pandemia, la obligada aceleración en la implementación de lo digital en nuestra vida cotidiana hizo que el diseño se adapte nuevamente y tome nuevas formas, creo yo, aún incipientes. 


Viendo el desarrollo que tuvo en nuestro país el diseño y los cambios que fue presentando, la fuerza que fue cobrando, más la incorporación de gente joven, nativos digitales con muchas ideas y gran impulso, llego a la conclusión que todo esto me demuestra que el diseño es un organismo con vida propia que muta permanentemente y yo personalmente quedo ansioso de ver cuál es el próximo paso. 

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