Hace unos días mientras leía un artículo sobre cómo tenér éxito después de la cuarentena, me encontré con una frase que llamó mi atención:

“El mundo tal como lo conocimos no existirá más. Y sólo tendrán lugar aquellos que se atrevan a explotar sus dones y habilidades, a salir de la comodidad del sueldo fijo”

¿Será mi momento?, pensé. ¿Soy yo capaz de explotar mis dones y mis habilidades ahora? Hace meses que salí de la “comodidad” del sueldo fijo.. ¿Será este un mensaje para mi?

Me detuve. Volví a leerlo, pero esta vez procurando identificar mis emociones.

Era claro. Al leer esa frase, sentía adrenalina y miedo. Adrenalina por pensar en las oportunidades que traerán estos supuestos “cambios” y miedo por no saber qué lugar tendré yo o que lugar tendrán mis amigos, mis familiares o Seeds en ese mundo. Miedo y expectativa frente a lo desconocido, algo sumamente natural. Algo que imagino que les ocurrirá a ustedes también cuando leo leen.

Hundido en emociones proyecto ese mundo en el que “solo” hay lugar para unos y no para todos. Está claro que está dicho en sentido metafórico, pero no deja de aterrarme. Aparecen ansiedades, dudas y muchas nuevas preguntas.

Esto que me pasó a mi imagino que te ha pasado alguna vez a vos. Incluso, quizás esa mezcla de emociones fué la que despertó tu interés en esta nota justo ahora. Es algo normal, supongo.

Yo te propongo, en este artículo, que evaluemos el futuro con un poco menos de premonición y un poco más de realidad. Te quiero compartir cuál es mi visión sobre cómo suceden los cambios y por ende, en qué me baso para pensar el mundo que viene. También te voy a proponer que no me hagas mucho caso, después de todo, seguramente termine estando equivocado.

Cambios estructurales vs cambios circunstanciales

Hay quienes creen que a lo largo de la historia suceden eventos determinados muy significativos (como la Revolución de Mayo en Argentina o la Segunda Guerra Mundial). Para ellos, esos eventos tienen tal magnitud, que alteran básicamente el curso de la historia.

Yo, por mi lado, soy más de los que les gusta pensar que la evolución del mundo es constante. Para mi, ese tipo eventos no son causa sino efectos de procesos que ya estaban iniciados mucho antes y, en la mayoría de los casos, terminan siendo simplemente catalizadores de cambios.

Entonces ¿Cómo es la cuestión? ¿Todo el resto estaba equivocado?

De ninguna manera. Ambos cambios serán reales. Habrá cambios circunstanciales y habrá cambios estructurales. Ambos dos tendrán impactos positivos y negativos en diferentes áreas de nuestra vida. La diferencia, es que los cambios estructurales tendrán un efecto mucho mayor en el mediano y largo plazo. Son los cambios que están acá para quedarse.

El otro punto notable sobre los cambios estructurales, es que no fueron concebidos ahora. Son el resultado de procesos que llevan ya mucho tiempo de desarrollo y que simplemente serán catalizados por estas circunstancias. Eso, al menos, nos ayuda a no paralizarnos contra el miedo y saber no estamos improvisando.

Entonces, si tenemos que arriesgar sobre quiénes serán los jugadores relevantes del mundo que viene, es mejor que pensemos quiénes eran los que ya estaban construyendo el futuro incluso antes de que llegue. No creo que nadie pueda decir en unos meses, que Netflix, Amazon o Zoom hayan sido producto de la pandemia. Ellos ya eran el futuro, incluso, mucho antes de que tener su primer cliente.

Existen algunos casos que nos confudirán un poco más porque son aquellos que tuvieron impactos en ambos aspectos: circunstancial y estructuralmente. Uno de los casos más relevantes de eso podría ser el e-commerce. ¿Acaso alguien podría pensar que es pura y exclusivamente un fenómeno circunstancial?

La pandemia aceleró la necesidad de realizar compras on-line, pero sinceramente, dudo que cuando esto termine haya muchas personas que vuelvan a invertir su tiempo en hacer compras en los shoppings (si es que siguen existiendo).Algo similar, pero inversamente podría suceder con las industrias de los viajes y el turismo quienes, posiblemente vuelvan a retomar su rumbo en el mediano plazo.

Para ilustrar mejor el panorama en las diferentes industrias, les quiero compartir un esquema realizado por el sitio dealroom.co. Aquí podemos ver con bastante claridad la diferencia entre empresas o sectores que tendrán impactos estructurales, las que tendrán impactos circunstanciales (ellos los llaman “cíclicos”) y las que tendrán ambas

Fuente: Dealroom.co

Seeds y el futuro del trabajo

La realidad es que esta es una pregunta que nos hacemos a diario en Seeds. Somos completamente conscientes de que nadie escapa a los cambios. Por eso, con el mismo miedo y adrenalina que todos, nos preguntamos ¿Qué lugar le cabe a Seeds en ese cambio?

Cada día, me encuentro con testimonios de clientes, amigos y familiares contándome cómo se están adaptando a las nuevas circunstancias. Cada vez más gente habla de la importancia y las ventajas de trabajar de manera remota, de tener equipos flexibles, de ser ágiles, de dar valor a las personas que tenemos en nuestro equipo, de compartir resultados con nuestra gente.

Sabemos que hoy, esos son los impactos circunstanciales que tiene el mundo laboral. Sabemos que muchos de esos cambios prevalecerán, lo que no sabemos con certeza es cuáles ni de que manera.

Lógicamente tenemos intacta la ilusión de que Seeds tenga un espacio reservado en ese futuro.Nos convencemos pensando en que somos nativos remotos, que buscamos flexibilidad en nuestros clientes e instauramos la agilidad como una forma de ser. Hace tiempo que hablamos de compartir resultados o de tener un sistema de incentivos alineado con el negocio.

Lógicamente todas esas cosas nos dan ánimo para seguir a mi y a todo el equipo. Asumimos el impacto circunstancial, convenciendonos de que la forma de trabajar que proponemos será uno de esos cambios estructurales, pero.. ¿Estaremos pensandolo bien? ¿Puede un sueño entregarse frente al inexorable poder de la realidad?

Muchos de los que nos conocen y trabajan con nosotros, confían en que Seeds puede ser la forma de trabajar del futuro. Nada nos gustaría más que eso, pero la verdad, es que si algo hemos aprendido con esta pandemia es que ni vos ni yo podemos definir eso. No nos queda más que seguir trabjando y zambullirnos, cómo niños, a la adrenalina y el miedo de lo desconocido.

Yo, por mi lado, conservo una sola certeza en cuanto al trabajo: el mundo que viene llegó hace rato.

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PD: No cito al autor de la frase inicial sencillamente porque no hace justicia, fue sacada de contexto en pos de generar un disparador para la reflexión

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