En el mundo corporativo, la sostenibilidad se vincula con la creación de valor para la empresa, sus empleados y la comunidad. Es un concepto que busca repartir los beneficios de manera equitativa para todas las partes involucradas.

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En primer lugar, los líderes deben tener el compromiso de querer implementar cambios positivos y la compañía debe tener una estrategia de negocio sostenible.

Sin embargo, uno de los caminos hacia la sostenibilidad parte de la estructura organizacional de las empresas. La forma en que se organizan y gestionan los recursos humanos son un factor clave para impulsar una cultura corporativa sostenible. 

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La sostenibilidad es un modelo de gestión y atraviesa todas las áreas de la organización. Las empresas sostenibles del hoy son flexibles, innovadoras, eco responsables y rupturistas. 

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Hace unos años, se hubiera planteado la necesidad de un espacio de trabajo adecuado que beneficie la productividad pero que también contemple la felicidad de los empleados. El caso más emblemático fue el de las oficinas de Google, con comida saludable y mesas de ping pong.

Pero la híper conectividad, junto con la pandemia, instalaron nuevos paradigmas. La calidad y estilo de vida, así como la productividad (beneficio mutuo), tiende a aumentar cuando el trabajo es realizado de forma remota. Los empleados pueden administrar su tiempo, no pierden horas en traslados y la empresa puede concentrarse en contratar talento altamente calificado. 

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Ahora bien, ¿cuál es el beneficio para la comunidad? La modalidad de trabajo on-demand no solo beneficia al empleado a distancia en cuestión, sino que posibilita la descentralización del empleo y promueve el desarrollo de comunidades locales. Las oficinas de las grandes empresas están localizadas en las principales ciudades y son los profesionales los que deben movilizarse para postularse para un puesto y mudarse en el caso de ser contratados. 

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Uno de los aspectos más significativos del crecimiento del trabajo on-demand es que permite reducir la desigualdad y distribuir mejor las oportunidades laborales entre los profesionales de todo el mundo. 

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La modalidad on-demand iguala, elimina las fronteras y el país de residencia deja de ser un factor determinante para conseguir o no un trabajo. El avance de la tecnología habilitó una reestructuración en la forma en la que trabajamos, nos conectamos con los empleadores y administramos los tiempos y maneras en la que realizamos un proyecto. Aquí en Buenos Aires, en Milán o en la India. 

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La transformación en las formas de contratación promete achicar la brecha y empezar a democratizar el acceso a las oportunidades y el desarrollo económico de las personas. Un programador de Santiago de Chile puede trabajar para una start up de Tokio y así.

Como motor económico que conecta talento y oportunidad, el trabajo talento on-demand crea, directa e indirectamente, un bien social. Y lo hace reduciendo la desigualdad financiera al mismo tiempo que impulsa el desarrollo productivo de lugares alejados de los grandes centros económicos. El hecho de que un experto en tech que vive en un pueblo de la Patagonia no tenga que mudarse a una gran ciudad para conseguir el empleo de sus sueños permite que ese pueblo crezca. 

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El trabajo on demand posibilita que una mujer que vive en un pueblo rural pueda diseñar una web para una empresa ubicada en la capital. La relocalización ya no es una condición para quien quiere acceder a mejores oportunidades laborales, y teniendo en cuenta que cada vez son más los jóvenes que eligen la educación online, esas zonas que no son centros laborales pueden desarrollarse con mayor facilidad.

Si más empresas optaran por esta modalidad de trabajo, esas zonas menos desarrolladas demandarían de mejoras en las infraestructuras de comunicaciones que no solo garantizarían el trabajo de los talentos on-demand, sino que mejoraría la calidad de vida de los habitantes del pueblo, aumentaría la demanda de trabajo local y podrían generarse más oportunidades de negocio (turismo, repoblación de zonas con pocos habitantes, etc).

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La contratación de talento on–demand impacta sobre la cultura empresarial y ayuda a las organizaciones a acercarse a un modelo de negocio sostenible a largo a plazo con foco en la gestión de sus talentos. 

Además, las empresas que apuestan por el trabajo on-demand tienden a ser percibidas como visionarias, competitivas, innovadoras y con mirada de mundo, ya que los talentos y la forma en la que trabajan reflejan  los valores de cualquier compañía. 

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