Así arrancaría nuestra pauta comercial si le encargamos el guion a Dr. ChatGPT. (Además de publicista aprobó los exámenes de la carrera de medicina. El verdadero todo terreno). La pregunta es ¿la creatividad puede ser automatizada? Y la respuesta es: NO.

Si bien OpenAI, los desarrolladores del chatbot, proclaman que su objetivo es desarrollar una IA segura en beneficio de la humanidad, no todos son halagos para el nuevo galán digital. Preocupaciones éticas, falsificación de datos, temitas de copyright, falta de transparencia, yada yada yada.

A pesar de que mi trabajo quizá esté en la cuerda floja y este sea el último newsletter escrito por mí, el futuro de sabor artificial, pero archi inteligente, es como mínimo emocionante. Sobre todo, para los millennials como yo que devolvimos una película tarde en el buzón de Blockbuster con el temor de que nos rematen hasta el alma, sacamos fotos tan pixeladas que hoy podrían venderse como NFTs y grabamos compilados utilizando como herramienta principal una cinta scotch.

En representación del sindicato de escritores, planeaba vociferar únicamente las críticas, pero, a decir verdad, hoy los profesionales competimos con una fuerza de talento global que está a un Seeds de distancia de trabajar on-demand desde cualquier lugar del planeta, al costo de una moneda dura que es oro en polvo en algunas regiones y sin todo el biri biri burocrático que tanto inquieta a las empresas. Las plataformas de talento freelance no prometen resultados en 30´´ como Mr. GPT, pero las compañías ahora pueden acceder a talento calificado en menos de 10 días y sin ataduras contractuales. O sea, la competencia es feroz y un robot no nos amedrentará.

El espejo tiene dos caras

- ChatGPT es un gran tirador de fruta, sus fuentes muchas veces son ficticias y los datos estarían basados en una realidad que solo tiene lugar en su imaginación. Sin embargo, el CEO de BuzzFeed dijo que comenzarán a utilizarlo para generar la mayoría de su contenido, sin importar que invente citas más que TMZ y sus cifras económicas tengan menos credibilidad que las del INDEC. En un Verdad/Consecuencia el chat parece elegir siempre consecuencia. Keep reading.

- ¡Es plagio su señoría! En la semana en que Miley rompía todo con Flowers y los quisquillosos de siempre le achacaban un sospechoso parecido al himno feminista I Will Survive, otros artistas salieron al ataque de programas de IA como Dall.e y Co.Pilot. El reclamo: usan obras como materiales de origen sin tener los derechos legales de las mismas o códigos que escribieron otros. Fun fact: alguien tuvo el tupé de pedirle a ChatGPT que escriba una canción con el estilo de Nick Cave & The Bad Seeds y el músico salió a matar la creación a sangre fría. *Desde aquí lo apoyamos dado que es un promotor de la empresa.

- ¡Estudiantes, estudiantes, a estudiar! Un minuto de silencio para los profesores del mundo que no sólo se fumaron la pandemia, sino que ahora que todo parecía volver a la normalidad, tienen que batallar con ensayos, pruebas y monografías hechas por un chat. El verdadero HARTOS.

- Content writers, en parte, agradecidos. Porque nuestra capacidad de producir tiene un límite y la IA nos permite aumentar esa productividad y escalar un poquito el negocio sin resignar horas de sueño, copas con amigas o maratones en HBO. Tres deseos: que a esos artículos que hoy tienen menos alma que Putin, se les pueda incorporar el tono de enunciación y el nivel de análisis de su autor. Y que sumen ideas con más valor que las propias pues para algo te pago Bill. Otra buena: te permite automatizar tareas medio bodrio, darle un upgrade a la creatividad macro y dedicarle más tiempo a la planificación de lo que más importa (A.K.A los viajes).

Data del mes: el 78% de las empresas dependerá del trabajo independiente en 2023 en lugar de contratar personal de forma permanente. ¿La relación de dependencia es francesa? Désolé mes chers.

Villanos del mes: esta semana Bob Iger y Howard Schultz, CEOs de Disney y Starbucks, le comunicaron a su personal que a partir del 1 de marzo todos debían regresar a la oficina cuatro días a la semana. We don't need no thought control, no dark sarcasm in the office, CEOs leave the staff alone.

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